Asier de la Iglesia,  con esclerosis múltiple y jugador de baloncesto

Asier de la Iglesia llegaba procedente del Ordizia-Basoa Banaketak en la Liga EBA, donde había conseguido números “espectaculares”, según los medios especializados, promediando 17,3 puntos, 13,4 rebotes y 28,6 de valoración. Eso le convirtió en el jugador más valorado de su división y en uno de los más valorados de toda la categoría.

Los primeros pasos de su carrera deportiva los dio en el Atlético de San Sebastián, y regresó a su tierra tras jugar con el CAB Cartagena y el Castellón, entre otros.

En el momento de darse a conocer el fichaje, la propia liga se refería a él en estos términos: “Además de su enorme calidad, el jugador representa todo un ejemplo de superación. Hace cinco años le diagnosticaron esclerosis múltiple, enfermedad que le ha provocado, entre otras cosas, la pérdida del 90% de la sensibilidad en las manos y en los pies o tener que jugar durante un tiempo viendo doble”.

El ala-pívot donostiarra es además una persona profundamente comprometida con la divulgación y el apoyo a la investigación y a los pacientes con esclerosis múltiple.

El diagnóstico de esclerosis múltiple llegó en 2013. Los brotes iniciales le obligaron a interrumpir momentáneamente su carrera deportiva. Incluso llegó a pensar que nunca podría volver a competir.

Aunque la enfermedad está controlada con medicación, en agosto de 2018 un equipo francés que iba a fichar al jugador se echó atrás al conocer su diagnóstico. Él lo confirmó en su cuenta de Twitter, donde su lema es: “La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”.

Su historia ha conmovido a miles de personas que se comunican con él vía Twitter y a quienes forman parte de las iniciativas de las cuales es embajador. Según ha explicado él mismo, la respuesta de su club, de la afición y de la comunidad con esclerosis múltiple ha sido un acicate de su actividad deportiva y divulgativa.

Su labor de apoyo a la comunidad de EM es constante. Esa parte de su actividad se ha convertido en algo tan importante como el baloncesto, o quizá más, en sus propias palabras.