Cuidados de enfermería en pacientes con esclerosis múltiple

Al tratarse de una enfermedad con la que se convive de forma permanente, suelo establecer vínculos cercanos y duraderos con las personas que acuden a la consulta.

Mi rol como enfermero es múltiple, pero se podría resumir en cuatro puntos clave: informar, apoyar, escuchar y formar a las personas con EM:

• Apoyamos emocionalmente a la persona desde el momento de aceptación del diagnóstico y a lo largo de toda su vida pero que se sienta cómoda, acompañada y segura.
• Informamos al paciente de posibles reacciones adversas a los medicamentos y resolvemos todas sus dudas y las de sus familiares/amigos.
• Formamos en la enfermedad y las distintas opciones terapéuticas para evitar abandonos o complicaciones derivadas del mal cumplimiento.
• Escuchamos atentamente sus necesidades para asegurarnos de que el manejo de la enfermedad está adecuado a cada personalidad y estilo de vida.  

Se podría decir que la misión final de nuestro trabajo es reducir el malestar de las personas y aportar ese contacto humano y cercano que tanto necesitamos todos en los momentos difíciles.

Afortunadamente, el manejo de la EM ha avanzado mucho en los últimos años y los pacientes cada vez disponen de mejores tratamientos y mejor calidad de vida de modo que nuestro rol también ha ido evolucionando. Una persona con EM tiene la misma esperanza de vida que cualquier otra persona, de lo que se trata es de conseguir que la enfermedad interfiera lo menos posible en su día a día.

Para ello, es importante entender qué aspiraciones tiene esa persona: si tiene un proyecto de familia, viaja mucho, tiene un trabajo activo, es muy deportista…. todo esto es crítico para que todos los profesionales sanitarios implicados en el abordaje de la enfermedad podamos adecuar el tratamiento, las visitas y el trato a las particularidades de cada uno.

Por último, pero no menos importante, cuando se trata de manejar la enfermedad, el trabajo en equipo entre el neurólogo, enfermero y paciente es clave.  Si tienes EM o un amigo/familiar que conviva con la enfermedad, asegúrate de que la comunicación con el equipo médico siempre sea fluida y transparente. De ese modo todos los profesionales implicados podrán contribuir a que la atención y experiencia sea lo más positiva posible.

«El artículo refleja la opinión y práctica clínica del autor y no se trata de una opinión o recomendación de Merck, S.L.U. Asimismo, el presente artículo tiene carácter orientativo y divulgativo, de modo que no constituye un diagnóstico de una patología o enfermedad y no sustituye al diagnóstico o tratamiento realizado por un profesional sanitario».