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El deterioro cognitivo en la Esclerosis Múltiple: Cómo afrontarlo

La enfermedad puede tener como resultado una serie de síntomas diversos: en relación con el movimiento, neuropsiquiátricos y cognitivos, que pueden aparecer de forma independiente y son diferentes en cada persona y pueden variar en las diferentes fases de la enfermedad.

29 Jun 2018

La enfermedad puede tener como resultado una serie de síntomas diversos: en relación con el movimiento, neuropsiquiátricos y cognitivos, que pueden aparecer de forma independiente y son diferentes en cada persona y pueden variar en las diferentes fases de la enfermedad.

Entre los síntomas cognitivos se han documentado alteraciones en la atención, la eficiencia a la hora de procesar información y en la memoria a largo plazo.

Los síntomas cognitivos pueden afectar en gran medida casi todos los aspectos de la vida diaria, como la capacidad de organizar la propia casa, participar de forma plena en la sociedad y mantener el trabajo. Todos estos aspectos están estrechamente relacionados con la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple.

Con el empleo cada vez más extendido de técnicas de neuroimagen se ha ampliado nuestra comprensión de los cambios estructurales y funcionales propios de la esclerosis múltiple. No obstante, muchos expertos advierten que aún queda mucho por aprender en este campo, y que los esfuerzos por tratar los déficit cognitivos asociados a la esclerosis múltiple están aún en sus fases iniciales.

Así, aunque en el pasado se creía que el deterioro cognitivo era propio de fases avanzadas, en la actualidad se sabe que éste puede presentarse

  • En fases iniciales
  • En fases avanzadas

También hay estudios que indican que existe una relación entre la evolución clínica de la esclerosis múltiple, su severidad y la presentación de déficit cognitivos: En la forma remitente-recurrente hay una menor afectación cognitiva que en las formas progresivas de la enfermedad.

La evaluación del deterioro cognitivo por parte del equipo médico es crucial para comprender y tratar mejor la enfermedad. Asimismo, la detección de este tipo de síntomas puede dar lugar al diseño de un plan de tratamiento que se adapte a las necesidades de los pacientes con deterioro cognitivo (por ejemplo, estableciendo una estrategia terapéutica que facilite el cumplimiento o que exija un menor número de visitas a la consulta de neurología).

Memoria, velocidad de procesamiento y funciones ejecutivas

Las funciones ejecutivas son las habilidades cognitivas necesarias para que nuestra conducta sea acorde con un objetivo y se adapte a las circunstancias cambiantes de nuestro entorno. Incluyen:

  • Planificación
  • Anticipación de resultados
  • Adecuación de los recursos empleados  para nuestros objetivos

Los déficit en las funciones ejecutivas por efecto de la esclerosis múltiple son menos frecuentes que los problemas de memoria o procesamiento.

La memoria, por su parte, incluye:

  • Aprendizaje
  • Formación de información
  • Conservación de la información
  • Evocación (recuperación) de la información “almacenada”

En las personas con esclerosis múltiple, la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo y la memoria operacional (un sistema que procesa y almacena información en periodos de tiempo limitados) pueden verse afectadas.

Diversos autores han observado que los pacientes con esclerosis múltiple de todos los tipos relatan con frecuencia dificultades con la memoria espacial y la memoria verbal.

Otros síntomas de deterioro cognitivo relacionado con la esclerosis múltiple, y que pueden presentarse en fases iniciales de la enfermedad, son:

  • Déficit en la memoria visual, la memoria no verbal y la semántica (relativa a significados)
  • Depresión (que se ha relacionado con lentitud en el procesamiento de información y  con el deterioro de la memoria a largo plazo)
  • Dificultad para concentrarse
  • Pérdida de habilidades visuales (como el reconocimiento de estímulos visuales)
  • Dificultades para hablar
  • Problemas para orientarse

Diversos estudios han planteado que el deterioro cognitivo propio de la esclerosis múltiple es más que una consecuencia de las lesiones típicas de la enfermedad, y que otros procesos menos conocidos, como la atrofia de la corteza cerebral, podrían influir en estos síntomas. Por ese motivo, han hecho particular hincapié en la necesidad de comenzar a tratar a las personas con esclerosis múltiple lo antes posible.