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Avances recientes en esclerosis múltiple

Todos ellos se centran en un mejor conocimiento de la patología que permita normalizar la vida del paciente.

30 Mayo 2018

Todos ellos se centran en un mejor conocimiento de la patología que permita normalizar la vida del paciente. Entre los últimos avances, se incluyen importantes estudios en los siguientes campos:

  • Nuevas líneas de tratamiento
  • Factores de riesgo ambientales
  • Factores de riesgo genéticos
  • Nuevas líneas de tratamiento
  • Biomarcadores de la respuesta a la terapia
  • Biomarcadores de diagnóstico de neuro mielitis óptica
  • Mejoras en la calidad de vida

Tratamientos

Los avances terapéuticos en el campo de la esclerosis múltiple han permitido que la calidad de vida de los pacientes sea cada vez mejor, con impacto positivo en diversos campos:

  • La posibilidad de planear un embarazo sano con el debido asesoramiento del equipo médico y regímenes terapéuticos compatibles con la gestación y la lactancia.
  • Cada vez más pacientes con esclerosis múltiples tienen una vida laboral satisfactoria, tanto por la mejoría en los síntomas como por la posibilidad de mantener el control de la enfermedad sin necesidad de acudir constantemente a la consulta (frecuentación), lo cual dota al paciente de mayor independencia y puede ser un acicate de su rendimiento en el entorno laboral
  • Los cambios en la vía de administración (oral u inyectable) de los tratamientos, así como el cambio de la posología (pauta de tomas del medicamento) hacía regímenes donde existen largos periodos de tiempo muy separados entre sí, han facilitado el cumplimiento y pone a los pacientes con esclerosis múltiple más cerca de una vida libre de la carga psicológica y las incomodidades de la enfermedad.

Por todo ello, es importante que los pacientes con esclerosis múltiple transmitan a su médico cuáles son sus mayores preocupaciones sobre el impacto de la enfermedad en su calidad de vida para que este pueda pautarle el tratamiento más adecuado a sus necesidades.   

En el congreso ECTRIMS, que cada año convoca a expertos en esclerosis múltiple de todo el mundo, David Miller, catedrático de neurología y uno de los expertos de mayor prestigio en materia de esclerosis múltiple, declaraba que los últimos avances en esclerosis múltiple en los últimos años, y las nuevas opciones de tratamiento que van a traer consigo, van a tener un impacto enorme en la mejora de las terapias y los cuidados a estos pacientes.

En la última edición de este encuentro científico, además de las mejoras en las técnicas de imagen, se habló sobre la neuroprotección y los procesos de “reparación” de los tejidos dañados en el contexto de la esclerosis múltiple.

Por otro lado, se han publicado estudios epidemiológicos que han mostrado cómo ciertos factores ambientales parecen ser cruciales en el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple, a los que se han ido añadiendo otros factores “sospechosos” (destacados en negrita):

  • Insuficiencia de vitamina D
  • Infección por el virus de Epstein-Barr
  • Humo de tabaco
  • Ciertos componentes de la dieta diaria-Los resultados de dos estudios independientes han sugerido que un exceso en el consumo de sal puede desencadenar inflamación de los tejidos y enfermedades autoinmunes. Aunque es un asunto que tendrá que estudiarse más a fondo, podría apuntar a posibles tratamientos en el futuro.
  • Un estudio publicado en 2013 fue el primero en plantear que existe otro factor de riesgo: la obesidad. Tanto ésta como el sobrepeso están asociados con un riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad o el síndrome clínicamente aislado, sobre todo entre las chicas. Una posible explicación de este fenómeno es que las personas obesas tienden a tener niveles más bajos de vitamina D que la población general. Además, la inflamación crónica podría también desempeñar una función en este contexto, ya que el tejido graso produce sustancias que inducen la inflamación de los tejidos.

Además, los últimos avances incluyen investigaciones –muchas aún en marcha- para identificar genes específicos que estén relacionados con la esclerosis múltiple. Aunque ya se han identificado algo más de cien, aún no se conocen los mecanismos que incrementan las probabilidades de que una persona acabe desarrollando la enfermedad.

También sucede esto con los biomarcadores, sustancias que pueden detectarse en diversas pruebas analíticas y podrían servir para identificar personas vulnerables o dar pistas sobre el funcionamiento de algunas terapias contra la esclerosis múltiple. Aunque se ha progresado en este campo, aún faltan biomarcadores útiles y validados para predecir la evolución de la enfermedad y evaluar la respuesta al tratamiento. Uno de esos biomarcadores es la atrofia cerebral, que ha servido como indicador de la eficacia del tratamiento: cuanto más eficaz es éste en la reducción de la atrofia cerebral, mayor capacidad tiene de detener la progresión de la enfermedad. Se ha propuesto que, en el futuro, los estudios sobre esclerosis múltiple incluyeran la atrofia cerebral como indicador de eficacia, algo que ya se está haciendo.

La ciencia tiene aún muchos retos pendientes cuando se trata de esta dolencia, incluyendo la mejora del diagnóstico, la monitorización y los avances clínicos en este campo, incluyendo la obtención de más datos sobre la conveniencia de instaurar el tratamiento en fases precoces como una estrategia eficaz para mejorar el pronóstico.