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El dolor neuropático en la esclerosis múltiple

En la mayor parte de los casos, el dolor que cualquier persona experimenta tiene su origen en alguna forma de lesión o daño en una parte del cuerpo, que es la que envía la señal dolorosa al cerebro.

13 Mar 2018

En la mayor parte de los casos, el dolor que cualquier persona experimenta tiene su origen en alguna forma de lesión o daño en una parte del cuerpo, que es la que envía la señal dolorosa al cerebro. Es lo que se llama dolor nociceptivo. A medida que los tejidos dañados se reparan, el dolor remite. Los analgésicos convencionales y los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a acelerar ese proceso.

  1. El dolor crónico es el que se mantiene durante más tiempo (se considera crónico a partir de las doce semanas), y es un problema muy diferente. La sensación es constante durante mucho tiempo, el dolor suele ser periódico, y se incrementa y alivia sin razón aparente.
  1. El dolor nociceptivo que sienten algunos pacientes con esclerosis múltiple, que se produce por daños en los músculos y articulaciones, puede a su vez ser
    1. Agudo
    2. Crónico

Es posible que el origen de ese dolor no sea la enfermedad, sino que los cambios en la postura o la forma de caminar supongan una carga adicional en otros grupos de músculos que se resienten provocando dolor.

El dolor neuropático, que afecta a un 25% de las personas con esclerosis múltiple, es la forma más frecuente de dolor crónico. En la esclerosis múltiple, es consecuencia de los daños en la capa de mielina que protege los tejidos del sistema nervioso central. En consecuencia, lo más frecuente es que el dolor no se deba a ningún daño en los tejidos nerviosos, sino a cambios en éstos.

Incluso cuando el dolor neuropático tiene una causa inicial, que se trata o se alivia, el nervio que se ha modificado sigue enviando mensajes de dolor al cerebro. Cuando se presenta, el dolor neuropático es crónico.

Otros tipos de dolor:

Espasmódico- asociado a los espasmos musculares.

Paroxístico- breve, punzante y severo, normalmente de origen neuropático.

El dolor es un síntoma frecuente en personas con esclerosis múltiple. Habitualmente, lo que los pacientes experimentan es una mezcla de dolor nociceptivo y dolor neuropático.

Hipersensibilidad en los tejidos nerviosos y dolor

Los tejidos nerviosos dañados impiden que las sensaciones normales lleguen al cerebro. Esas zonas son percibidas en el cerebro como entumecidas o adormecidas. No obstante, muchas de esas rutas de los mensajes nerviosos son hipersensibles por efecto de la esclerosis múltiple, y el propio nervio puede “disparar” una señal de dolor. Este fenómeno se conoce como “anestesia dolorosa”.

Otro fenómeno relacionado con la hipersensibilidad de los tejidos nerviosos es que un estímulo no doloroso –como un roce leve con la piel- provoque un dolor intenso. Este fenómeno se conoce como alodinia.

Tratamiento (o manejo)

El dolor crónico no tiene cura, pero existen tratamientos eficaces para reducirlo, por eso muchos especialistas utilizan el término “manejo” del dolor. En ocasiones se emplean medicamentos antidepresivos –porque actúan sobre el estado de ánimo, pero también sobre cómo el cerebro procesa el dolor- y anticonvulsivos –que pueden reducir la hipersensibilidad de los tejidos nerviosos-.

Como sucede con muchas otras enfermedades complejas, en la esclerosis múltiple es necesario documentar cuidadosamente los síntomas (en este caso el dolor neuropático), sus posibles desencadenantes o factores que hacen que empeore, para diseñar un plan individual óptimo para cada persona.

A veces, encontrar la mejor combinación de tratamientos y dosis para el manejo del dolor lleva tiempo. Diseñar la mejor terapia siempre exige algo de paciencia.

Dolor neuropático en la mujer

Resulta curioso que diferentes investigaciones hayan documentado una diferencia en cuanto al dolor neuropático entre hombres y mujeres. Existen diversos síndromes de dolor crónico que son más frecuentes en mujeres por motivos anatómicos: el dolor menstrual y la vulvodinia, por ejemplo.

Sin embargo, hay otros síndromes no específicos de la anatomía femenina que se dan típicamente en mujeres:

  • Síndrome de fatiga crónica
  • Fibromialgia
  • Migraña
  • Osteoartritis
  • Dolor neuropático crónico