El viaje a la maternidad y paternidad con esclerosis múltiple: hablamos con la psicóloga

Desde el momento en el que se plantea la idea de formar una familia hasta la llegada del bebé a casa, pueden surgir muchas dudas relacionadas con la esclerosis múltiple (EM) y la incertidumbre en algunas ocasiones puede ser protagonista.

El papel de un profesional de la psicología es fundamental en este proceso, ya que te ayudará a resolver muchas preguntas en torno a cómo te sientes y te aportará herramientas y estrategias para gestionar mejor tus emociones. A continuación, te contamos algunas de ellas.

Queremos ser padres, ¿qué tenemos que hacer?

Cuando una mujer es diagnosticada de esclerosis, una de las preguntas que se debe poner encima de la mesa a la hora de decidir un tratamiento modificador del curso de la enfermedad es “¿quieres ser madre?”. Si la respuesta es afirmativa, se desencadena en la persona una vorágine emocional caracterizada por el miedo a poner en riesgo su salud si no se elige el momento o el tratamiento adecuado. En mujeres que ya son madres, la incertidumbre sobre si tener un segundo hijo puede entrañar un riesgo añadido para sí mismas y para el resto de su familia. 

En algunas ocasiones, el propósito de ser padres puede verse condicionado por variables médicas que pueden llevar a posponer el embarazo, dando lugar a sentimientos de rabia, frustración, impotencia y tristeza en las mujeres con EM al no poder cumplir su deseo de maternidad tal y como lo habían imaginado. En estos momentos, es habitual que sientas ansiedad y aparezcan pensamientos rumiativos o emociones de culpabilidad al valorar si perseguir la meta de la maternidad puede ser considerado egoísta y entrañar un riesgo importante para tu salud o la de tu bebé. Igualmente, es normal que a medida que pase el tiempo te sientas estresada y la incertidumbre se vaya incrementando por no saber qué pasará durante el proceso.

Por todo ello, el papel de la psicología es clave a la hora de ofrecer herramientas para manejar la incertidumbre en esta etapa y acompañarte en la toma de decisiones, todo ello desde un enfoque centrado en las fortalezas y el empoderamiento.

Para ayudarte a gestionar la ansiedad en estos momentos, los diferentes equipos multidisciplinares que te acompañan en el proceso pueden:

• Trabajar la incertidumbre y los miedos.
• Encontrar alternativas médicas y estrategias de regulación emocional.
• Acompañar los procesos de duelo.
• Reforzar las redes de apoyo.

Vamos a ser padres, ¿cómo podemos llevarlo mejor?

En esta etapa, es normal que surjan otro tipo de preocupaciones relacionadas con la EM y el parto, pero ¿Cómo gestionarlas? Hay que tener en cuenta que las mujeres con esclerosis múltiple pueden presentar una pérdida de seguridad y presión añadida, ya que conviven con síntomas como la falta de equilibrio, la pérdida de fuerza o movilidad, la rigidez muscular o la fatiga, que pueden estar presentes durante el trabajo de parto y suponen un estrés extra para las futuras madres.

Por tanto, y puesto que el miedo ralentiza el trabajo de parto y se relaciona con un mayor número de intervenciones obstétricas, es fundamental que trabajes la confianza en ti misma, te ofrezcan ambientes tranquilos y seguros para dar a luz y te permitan estar acompañada por personas que brinden el apoyo físico y emocional adecuado, potenciando así una vivencia de parto gratificante.

Apoyarte en tu entorno durante este periodo es fundamental, pero debes tener en cuenta que es normal que los momentos de amor e ilusión puedan combinarse con conflictos de pareja debido a los cambios en las necesidades de cada uno de los miembros, la asunción de nuevos roles, los problemas en la comunicación y los escasos modelos de afrontamiento. Por ello, para cuidar la relación de pareja durante el embarazo podéis acudir juntos a las citas con profesionales sanitarios, recibir la misma información sobre el proceso y tomar decisiones compartidas; así como buscar espacios para disfrutar en pareja y trabajar la asertividad y la escucha activa, elementos básicos para reforzar el vínculo y el compromiso con vuestro nuevo proyecto de vida.

En cualquier caso, para una experiencia positiva del embarazo, el parto y el posparto es fundamental que te rodees de personas que transmitan confianza en tu cuerpo, seguridad en relación con las habilidades de afrontamiento en pareja y soporte físico, psicológico y estructural en el caso de surgir complicaciones durante el proceso.

¡Somos uno más! Y ¿ahora qué?

El postparto no solo incluye tu recuperación física y la maduración del bebé, sino que implica la creación de un vínculo de apego seguro en el que el bebé se sienta protegido y gane progresivamente autonomía para explorar el mundo. El papel de la pareja es fundamental para garantizar ese bienestar en la diada madre-bebé, así como prevenir la sobrecarga logística y funcional de la madre.

Por ello, para cuidar tu salud mental durante el puerperio, hay tres pilares básicos que pueden ayudarte:

• Contar con profesionales sanitarios que te transmitan seguridad sobre tu estado de salud y el de tu bebé, potencien tu sabiduría e instinto materno y ofrezcan herramientas para una crianza gozosa adaptada a las circunstancias de cada persona.
• Tener una familia que te entienda y te acompañe en estas fluctuaciones emocionales al tiempo que se implica en los cuidados del recién nacido y la realización de tareas domésticas para que encuentres espacios para atender tus necesidades individuales.
• Compartir el puerperio con grupos de madres donde, gracias a la empatía y la escucha sin juicio, puedas sentirte segura para mostrar las luces y sombras de la maternidad e ir integrando, poco a poco, tu nuevo rol.

Todo ello es importante ya que los sentimientos de soledad y el agotamiento producido por la falta de sueño mantenido en el tiempo, pueden tener un impacto muy negativo en tu salud, favoreciendo la aparición de psicopatología asociada a esta etapa. La psicoterapia individual y los grupos de madres y padres ayudan a normalizar los sentimientos del posparto y te ofrecen contención a ti y a tu familia para que, respetando vuestros tiempos, podáis pedir ayuda si lo necesitáis.

En resumen, si durante todo este proceso sientes que necesitas apoyo psicológico profesional no dudes en pedir ayuda. El embarazo puede ser una etapa complicada, y si a eso se suma una enfermedad como la esclerosis múltiple, contar con profesionales especializados te hará más fácil el camino.