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¿Cómo afecta la esclerosis múltiple benigna a las funciones neurológicas del paciente?

La definición de EM benigna se centra fundamentalmente en la ausencia o el grado leve de discapacidad, sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de andar.

12 Feb 2018

La definición de EM benigna se centra fundamentalmente en la ausencia o el grado leve de discapacidad, sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de andar.

Es frecuente que los individuos con esta forma de EM sean inicialmente diagnosticados como pacientes con enfermedad remitente-recurrente. No obstante, transcurridos 15 años, si la discapacidad es prácticamente inexistente o de grado muy leve, se modifica el diagnóstico asignándoles la categoría de casos de EM benigna.

No obstante, se ha documento en pacientes con plena capacidad para moverse un grado de discapacidad elevado en síntomas no motores:

  • Fatiga
  • Dolor
  • Depresión
  • Disfunción cognitiva
  • Alteraciones de la memoria
  • Falta de atención o concentración
  • Habla cada vez más lenta
  • Dificultad para encontrar palabras

Se ha planteado que el déficit cognitivo puede pasarse por alto en un reconocimiento neurológico convencional. Los expertos sugieren que estos síntomas también deberían tenerse en cuenta cuando se defina la EM benigna.

Los pacientes con esta forma, también llamada no progresiva, de EM son diferentes a otros grupos de individuos con EM en términos de atrofia cerebral (la pérdida de células y conexiones entre éstas), ya que ésta es menos acusada cuando la enfermedad es benigna.

La asociación de varios factores se ha asociado con EM benigna:

  • Sexo femenino
  • Presentación temprana
  • Neuritis óptica
  • Síntomas sensoriales

No obstante, también hay especialistas que advierten que la etiqueta de “benigna” es algo temporal en la mayor parte de los casos.

Aunque no hay un acuerdo total en cuanto a qué significa “benigno” al referirse a EM, sí se ha documentado que los pacientes con la enfermedad y sin discapacidad (puntuación por debajo de 2 en la escala EDSS), forman un grupo específico y comparten ciertas características.

En pacientes con este perfil, se ha visto que ciertos elementos, como las proteínas llamdas citoquinas y la melatonina mantienen un cierto equilibrio, y también se ha sugerido que en estos pacientes hay medicamentos inmunomoduladores que contribuyen a mantener ese balance y pueden ser beneficiosos.

Uno de los expertos presentes en el último congreso ECTRIMS (Comité para el Tratamiento y la Investigación sobre Esclerosis Múltiple), una cumbre mundial de especialistas, ha hecho hincapié en que, incluso cuando hay indicios de EM benigna, el abordaje de “esperar y observar” tiene que ser activo. No es suficiente salir de la consulta y no volver hasta que se presente un nuevo brote.

La recomendación se basa en que la mayor parte de la actividad de la EM se produce a nivel subclínico (sin síntomas), y es conveniente realizar pruebas de imagen para controlar esa actividad y la presencia (o ausencia) de daños en el tejido nervioso. A su entender, las técnicas de diagnóstico, que cada vez son más sofisticadas y precisas, permitirán ver daños más sutiles en el sistema nervioso y actuar para contrarrestarlos.

En ese encuentro se presentó un estudio sobre los rasgos que caracterizan a las personas con EM benigna:

  • Recuperación completa tras el primer brote
  • Recaídas iniciales poco frecuentes
  • Síntomas sensoriales