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Beneficios del gimnasio para la esclerosis múltiple

Sin embargo, numerosos estudios muestran que los beneficios de la actividad física superan con creces esas dificultades iniciales, siempre que se respeten las indicaciones de los profesionales al respecto.

21 Mar 2019

Sin embargo, numerosos estudios muestran que los beneficios de la actividad física superan con creces esas dificultades iniciales, siempre que se respeten las indicaciones de los profesionales al respecto.

Si padece usted esclerosis múltiple, hable con su médico antes de poner en marcha una rutina de actividad física, ya que si fuera demasiado agresiva podría sentirse más fatigado o hacer que algunos síntomas empeoraran. Cuando el ejercicio físico en un paciente con esclerosis múltiple, en el gimnasio o en otro contexto, se realiza de forma correcta puede:

  • Mejorar el equilibrio
  • Incrementar la fuerza y la energía
  • Mejorar el tránsito intestinal
  • Facilitar el control de la vejiga
  • Reducir la espasticidad relacionada con la esclerosis múltiple

Es posible que experimente hormigueo, entumecimiento o visión borrosa al comenzar a hacer ejercicio. Esto se debe a que la temperatura corporal se eleva. Lo típico es que los síntomas mejoren cuando baja la temperatura. Se puede regular la temperatura corporal mientras se está en el gimnasio con cinturones u otros elementos de frío.

Un fisioterapeuta con experiencia en esclerosis múltiple puede ayudarle a diseñar una rutina que se adapte a sus necesidades y sea útil. Si el gimnasio cuenta con piscina, tenga en cuenta que los ejercicios en el agua pueden ayudar a mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.

Recomendaciones para diseñar una rutina de gimnasio en esclerosis múltiple

Una de las dificultades para diseñar una buena rutina es que los métodos para elaborarlas varían mucho. Una propuesta a partir de la bibliografía científica más relevante propone hacer un estudio previo de la persona con esclerosis múltiple incluyendo los siguientes parámetros, para conocer su tolerancia al ejercicio y medir después los beneficios:

  • Fatiga- Medir la fatiga con la escala modificada MFIS o la escala de severidad de la fatiga FSS
  • Realizar una prueba de seis minutos caminando (6MWT) para evaluar la tolerancia a la actividad física
  • Estudiar la función muscular y la movilidad del paciente con esclerosis múltiple que tiene intención de empezar a hacer ejercicio con el test TUG
  • Estudiar la calidad de vida relacionada con la esclerosis múltiple con la escala MSIS-29 o la escala MSQOL54
  • Controlar el índice de masa corporal o la relación cintura/cadera para evaluar los riesgos asociados con la obesidad

En general, y siempre considerando que hay que adaptarse a las posibilidades de cada paciente, se considera -basándose en la investigación sobre este asunto- que los ejercicios beneficiosos para las personas con esclerosis múltiple son:

  • Ejercicios aeróbicos
  • Ejercicios de resistencia

Por ejemplo, un equipo de investigadores que analizó los beneficios de la actividad física en esclerosis múltiple en gimnasio o fuera de él se inclinó por recomendar un protocolo de 40 minutos de ejercicios aeróbicos tres días por semana.

En cuanto a la conveniencia de acudir a un gimnasio o no, los expertos indicaron que el aspecto social de llevar a cabo la actividad en grupos pequeños, como se hace en los gimnasios, en lugar de hacerlo solo, parecía ser un factor importante para que los pacientes con esclerosis múltiple continuaran con la actividad y cumplieran las pautas de ejercicio.

Los autores de otro estudio recomendaron para personas con esclerosis múltiple en el gimnasio sesiones de entre 10 y 40 minutos de actividad aeróbica. Estos expertos sugerían combinar el régimen alternando actividad aeróbica y de resistencia en días alternos, dos veces por semana para cada entrenamiento, con descansos de 24 a 48 horas entre cada sesión.

Entrenamiento de fuerza

El entrenamiento de fuerza en esclerosis múltiple ha ocupado titulares en la prensa en los últimos meses. Algunas informaciones aseguraban que este tipo de actividad puede ralentizar la progresión de la esclerosis múltiple.

Una manera de analizar la validez de esos argumentos es recurrir a una revisión sistemática, un estudio que analiza todos los trabajos anteriores sobre un tema concreto, en este caso el entrenamiento de fuerza en esclerosis múltiple. Una revisión de este tipo se centró en la utilidad del entrenamiento de fuerza para el manejo de los síntomas de esclerosis múltiple.
Una de las recomendaciones que hacían los autores de la revisión es que se lleven a cabo nuevos estudios, a largo plazo, sobre cómo la actividad física actúa en el plano fisiológico y sobre los mecanismos de la enfermedad, para saber qué es lo que pasa cuando una persona realiza entrenamiento de fuerza y tiene esclerosis múltiple.
Según el último estudio, sobre el que informaron los medios de comunicación tan abundantemente, el entrenamiento de fuerza tiene un doble efecto:
1. Mejor control de los síntomas
2. Altera la progresión de la enfermedad


Los autores de este último trabajo argumentaban que el entrenamiento de fuerza puede tener un efecto neuroprotector (protegiendo las células nerviosas frente al daño y la degeneración). En ese trabajo se examinaron los siguientes parámetros:

  • Atrofia cerebral (disminución del tamaño del cerebro, que sucede en toda las personas pero es más acusado en pacientes con esclerosis múltiple)
  • Tamaño de las lesiones de la esclerosis múltiple
  • Espesor cortical

Sus resultados fueron positivos, pero no pudieron relacionar esas observaciones con una mejoría en el funcionamiento del cerebro, es un paso que la ciencia aún no ha podido dar. Los propios autores aclararon que su trabajo era “exploratorio” y que queda mucho por investigar en este campo.
Otro estudio se centró en la observación de ocho semanas de entrenamiento de fuerza en diferentes parámetros en personas con esclerosis múltiple:

  • Masa muscular
  • Funcionalidad muscular

En este estudio se llegó a la conclusión de que el entrenamiento de fuerza en personas con esclerosis múltiple puede mejorar la función muscular y es una terapia prometedora para retrasar el deterioro funcional que se asocia a la esclerosis múltiple.
La revisión sistemática es acorde con este hallazgo, ya que demostró que el entrenamiento fuerza es una forma de mejorar la forma física en personas con esclerosis múltiple. 

Fuentes

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  5. Dalgas U., Ingemann-Hansen T., Stenager E. (2008) Multiple sclerosis and physical exercise: recommendations for the application of resistance, endurance and combined training. Mult Scler 14: 35–53
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  7. MS TRUST. Staying active: resistance training and MS