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¿Cómo es la evolución de la esclerosis múltiple?

Muchos equipos de investigación han intentado identificar signos precoces que sirvan para predecir cómo evolucionará la enfermedad a lo largo del tiempo, con resultados desiguales.

18 Abr 2018

Muchos equipos de investigación han intentado identificar signos precoces que sirvan para predecir cómo evolucionará la enfermedad a lo largo del tiempo, con resultados desiguales.

Se ha propuesto, por ejemplo, que al elaborar la historia de un paciente con esclerosis múltiple, y teniendo en cuenta su posible evolución, debe prestarse una atención especial a los siguientes factores:

  • Sexo (evolución más lenta en mujeres)
  • Edad (en pacientes más jóvenes, la esclerosis múltiple progresa de forma más lenta)
  • Síntomas iniciales (los casos de neuritis óptica tienden a evolucionar con mayor lentitud)
  • Grado de recuperación del primer brote (mejor pronóstico cuando la recuperación es completa y la presentación inicial es la forma remitente-recurrente)
  • Tiempo transcurrido desde la presentación de la enfermedad hasta el segundo brote (cuanto mayor sea ese plazo, mejor pronóstico)
  • Número de brotes en los primeros cinco años de la enfermedad (cuanto menor es el número de brotes, la probabilidad de que la evolución sea favorable es mayor)

Los propios expertos que proponen estos factores matizan que no son útiles cuando la enfermedad está avanzada, ni valen para todos los tipos de pacientes.

Factores de evolución pendientes de confirmar

  • Muchos otros estudios sobre la evolución de la esclerosis múltiple han mostrado, que el consumo de tabaco no sólo incrementa el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple, sino que puede acelerar la progresión de la enfermedad. Aún está por determinar si el tabaco puede ser además un factor para la presentación.
  • No está del todo clara la posibilidad de que las infecciones hagan que la evolución de la esclerosis múltiple sea peor, aunque sí existen datos sobre:
    • El riesgo de desarrollar EM es mayor, por ejemplo, cuando la persona ha estado expuesta al virus de Epstein-Barr
    • Un aumento en la tasa de brotes con las infecciones de las vías respiratorias superiores
  • Durante el embarazo, lo más típico es que el número de brotes sea menor, pero no hay pruebas científicas claras de que el embarazo sea en sí mismo un factor que tenga que ver en la evolución de la enfermedad a largo plazo. Es crucial que las pacientes que deseen quedarse embarazadas hablen con su médico de antemano. Esto permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de esta etapa para que la evolución de la enfermedad no se vea alterada.
  • Hay investigaciones recientes, con un posible impacto considerable en la salud pública, que sugieren que la obesidad durante la adolescencia puede incrementar el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple. Si se confirmara esta teoría, tendría una enorme importancia.
  • Algunos expertos cuestionan que la inactividad de la enfermedad observada en resonancia magnética (NEDA, por sus siglas en inglés) tenga un poder predictivo en cuanto a cómo evolucionará la enfermedad.
  • Cumplir de forma estricta con el plan terapéutico diseñado para el paciente por el equipo médico es una estrategia útil para conseguir un resultado óptimo en términos de salud y de evolución de la enfermedad. Para mejorar el cumplimiento, puede preguntar a su especialista por los tratamientos que serán más fáciles de cumplir según sus necesidades y preferencias personales.

Por otro lado, también se ha estudiado la relación entre la progresión de la discapacidad y otras observaciones clínicas. No obstante, los propios investigadores tienen la precaución de indicar que esta relación es diferente según zonas geográficas y grupos de población específicos.