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Mielitis transversa: ¿qué es y cuáles son sus síntomas?

Se caracteriza por signos y síntomas de disfunción neurológica en funciones motoras y sensoriales que pueden aparecer a ambos lados de la médula espinal.

13 Abr 2018

Se caracteriza por signos y síntomas de disfunción neurológica en funciones motoras y sensoriales que pueden aparecer a ambos lados de la médula espinal. La afectación de rutas de regulación del movimiento y las sensaciones hacen que con frecuencia los pacientes experimenten alteraciones de los sentidos, debilidad y disfunciones intestinales o urinarias.

Los cuatro síntomas clásicos de mielitis inversa son:

  1. Debilidad en brazos o piernas: algunos pacientes informan de que arrastran un pie al caminar, o sienten las piernas muy pesadas. Dependiendo del grado de afectación de la médula, la coordinación y la fuerza en las manos también pueden verse afectadas.
  2. Alteraciones sensoriales: habitualmente, las personas con este tipo de síntomas informan de hormigueo, adormecimiento, sensación de frío o ardor. Hasta un 80% de estos pacientes sufren una sensibilidad exagerada al contacto. Algunos llegan a sentir dolor por el roce con la ropa o por un contacto leve con los dedos.
  3. Dolor e incomodidad: se estima que, en la mitad de los pacientes con mielitis transversa, el dolor es el primer síntoma. Puede estar localizado en la espalda, o presentarse como un dolor punzante y súbito que se irradia hacia las piernas, brazos o torso. Uno de los cambios sensoriales más frecuentes es la pérdida de la capacidad para sentir dolor o cambios de temperatura.
  4. Disfunción intestinal o urinaria: en algunos casos, éste es el primer síntoma de mielitis transversa. Puede aumentar de manera acusada la urgencia en la micción o por defecar, incontinencia, o bien dificultad en alguna de estas funciones, con la sensación de que la evacuación no es completa. También puede presentarse estreñimiento.
  5. Otros síntomas:
  • Espasmos musculares
  • Sensación general de malestar
  • Cefalea
  • Fiebre
  • Pérdida de apetito
  • Problemas respiratorios
  • Disfunción sexual
  • Depresión y ansiedad
  • Dolor crónico

El segmento de la médula en el cual se produce el daño es lo que determina qué partes del cuerpo se verán afectadas y cuáles serán los síntomas que se presentarán en cada caso. La distribución de dichos síntomas puede ser simétrica o asimétrica, afectar a las extremidades superiores, inferiores o ambas. El paciente puede experimentar uno solo de estos síntomas, o una combinación de los mismos. En algunos casos, la mielitis transversa representa la primera manifestación de una enfermedad autoinmune o mediada por el sistema inmunológico, como la esclerosis múltiple. Los síntomas pueden presentarse de forma súbita (en un periodo de solo unas horas) o bien ir apareciendo en un periodo algo más largo, de días o semanas.

Las causas de la mielitis transversa incluyen infecciones, alteraciones del sistema inmunológico (como la esclerosis múltiple) y otros trastornos que provocan daños en la mielina, la sustancia que recubre y protege el tejido nervioso. La inflamación en la médula espinal interrumpe la comunicación entre las fibras nerviosas y el resto del cuerpo. Aunque hay pacientes que se recuperan de la mielitis transversa con consecuencias residuales o de muy poca importancia, el proceso puede durar entre meses y años. Otros experimentarán dificultades de forma crónica. Dado que no existe un tratamiento curativo, el objetivo de la terapia es evitar o minimizar los daños neurológicos.

Diagnóstico

Las pruebas que se pueden utilizar para determinar el diagnóstico de mielitis transversa, y descartar otras enfermedades que pueden provocar síntomas similares son las siguientes:

  • Resonancia magnética- Con este instrumento se pueden obtener imágenes en tres dimensiones que permiten apreciar lesiones en los tejidos, incluyendo el cerebro y la médula espinal.
  • Análisis de sangre- Con ciertos test pueden descartarse infecciones como el VIH, falta de vitamina B12 y otras muchas condiciones.
  • Punción lumbar- Con una aguja, se extrae una muestra diminuta de líquido cefalorraquídeo para su análisis. El líquido rodea el cerebro y la médula espinal. En algunos pacientes con mielitis transversa, el líquido cefalorraquídeo contiene niveles anormalmente elevados de proteínas y de leucocitos.