¿Los síntomas que tengo son debidos a un nuevo brote de esclerosis múltiple o no? 

Un brote es un síntoma o conjunto de síntomas neurológicos nuevos que aparecen durante horas a días, con una duración de 2 a 6 semanas. Esta definición se refiere a la clínica que expresa el paciente, hay que tener en cuenta que por cada manifestación clínica diferente, pueden aparecer 5 lesiones nuevas en la imagen por resonancia magnética que van a pasar clínicamente desapercibidas.

No se considera brote cualquier síntoma que ya se haya sufrido antes y que vuelva a resurgir en un momento determinado. Si con anterioridad se ha sufrido un brote consistente en disminución de la vista por uno de los ojos o dificultad para mover una extremidad, etc., mejoró con el tratamiento de altas dosis de corticoides y vuelve a reaparecer posteriormente, esta reaparición no se considera como brote. Estos síntomas ya antiguos, se denominan pseudobrote o “síntomas fantasma” y los sufren hasta el 80% de los pacientes con EM.

Las causas por las que un síntoma previo puede recurrir son muy variadas. La más frecuente es el cansancio. No es raro que a primera hora de la mañana, nada más levantarse, un paciente con EM se encuentre bien y, según va avanzando el día empiece a notar síntomas de un brote previo, arrastre más la pierna, note más torpeza para manejar alguna extremidad, le cuesta más caminar, etc.. Esteos síntomas se intensifican en ambientes calurosos y sobre todo durante el verano.

También pueden volver a reavivarse los síntomas si hay un aumento de la temperatura corporal. No es infrecuente que después de una ducha caliente se sufra una visión borrosa que se había recuperado de un brote previo y que este síntoma permanezca durante varios minutos, más raramente horas (fenómeno de Uthoff). Con mayor intensidad pueden aparecer si se sufre fiebre. Esta se considera a partir de una temperatura de 37,5ºC. Del mismo modo, va a empeorar la sensación de cansancio y laxitud. Por tanto, se deberán de evitar ambientes calurosos y duchas o baños con agua muy caliente. Si apareciese un cuadro con fiebre es primordial bajar la temperatura con la toma de 1000 mg de paracetamol cada 6 a 8 horas o metamizol (Nolotil) dos cápsulas cada 8 horas, hasta que la temperara se mantenga alrededor de 37 ºC.

Durante la menstruación también pueden presentarse síntomas de un brote previo, suelen ser menos intensos que cuando hay fiebre y no suelen durar más de dos o tres días.

La fatiga, cansancio o laxitud, es un síntoma muy común entre las personas con EM. Aparece en casi el 90% a lo largo de la evolución de la enfermedad. La aparición o empeoramiento de este síntoma no se considera brote y va a estar relacionado con los factores anteriores. Va a ser más intensa por las tardes, aunque puede estar presente y alterar la calidad e vida del paciente, desde las primeras horas de la mañana. Esta sensación de cansancio no solo es física si no también intelectual, notándose como “con más lentitud para pensar”.

En ocasiones, aparecen síntomas que duran escasos segundos o no más de un minuto. Se les denomina “síntomas paroxísticos”. Se caracterizan por una posición anómala de la mano, visión de “fogonazos” por uno de los ojos, dolor tipo “eléctrico” en la cara o en alguna otra parte del cuerpo. Estos síntomas se deben a la transmisión anormal del impulso nervioso a través de una placa de desmielinización. Está muy discutido si, su aparición, se debe de considerar como brote. Su tratamiento es diferente al del brote. Se utilizan antiepilépticos a bajas dosis con un resultado excelente.

El manejo de estos pseudobrotes ó “síntomas fantasma”, dependerá de lo que alteren la calidad de vida de quién los sufre. Si los síntomas que reaparecen son motores, dificultan el manejo de una extremidad o la visión; se pueden tratar con bajas dosis de coirticoides y durante un muy corto periodo de tiempo. Si aparecen con el aumento de la temperatura, es mejor bajar dicha temperatura corporal con antitérmicos y evitar estar en ambientes calurosos.

«El artículo refleja la opinión y práctica clínica del autor y no se trata de una opinión o recomendación de Merck, S.L.U. Asimismo, el presente artículo tiene carácter orientativo y divulgativo, de modo que no constituye un diagnóstico de una patología o enfermedad y no sustituye al diagnóstico o tratamiento realizado por un profesional sanitario».