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Los síntomas paroxísticos en la esclerosis múltiple

Algunas veces, el ciclo de síntomas paroxísticos se repite varias veces a lo largo de un mismo día.

09 Oct 2019

¿Qué son los síntomas paroxísticos?

Los síntomas paroxísticos son manifestaciones clínicas que aparecen de manera súbita e intermitente, caracterizadas por su inicio repentino, duración breve y finalización igualmente rápida. Estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden abarcar una amplia gama de manifestaciones en diferentes sistemas del cuerpo, como el sistema neurológico, cardíaco, respiratorio, musculoesquelético y más.

Algunas personas se refieren a los síntomas paroxísticos como ataques, episodios o síntomas intermitentes. También es posible que oiga al personal médico referirse a ellos como síntomas episódicos. 

Muchos síntomas de esclerosis múltiple pueden ser síntomas con una presentación paroxística, incluyendo:

  • Dolor, como la neuralgia del trigémino, un dolor agudo en un lado del rostro, o dolor intenso y súbito en las extremidades
  • Espasmos
  • Dificultades de la visión
  • Alteraciones sensoriales como picor, entumecimiento, hormigueo…
  • Signo de Lhermitte, una sensación de calambre que recorre el cuello y la columna
  • Disfagia (dificultad para tragar)
  • Disartria (dificultad en el habla)
  • Debilidad. En su forma paroxística puede hacer perder el equilibrio y provocar caídas.
  • Falta de coordinación
  • Aquinesia (imposibilidad de mover brevemente una parte del cuerpo, o dificultad extrema para hacerlo)

Dependiendo de su intensidad y de la función a la cual afecten, los síntomas paroxísticos pueden ser dolorosos y afectar a las actividades del día a día o bien ser una simple molestia. 

Es habitual que los síntomas paroxísticos dejen de presentarse en un periodo de pocos meses.

Causas de los síntomas paroxísticos

Los síntomas paroxísticos se deben a que en los tejidos nerviosos dañados por la esclerosis múltiple se producen señales indebidas por descargas eléctricas alteradas. Se diferencian de los ataques epilépticos en que sus patrones en las ondas cerebrales son completamente diferentes, aunque hay ocasiones en las que, por confusión, se tratan con medicamentos antiepilépticos.  

Además, los síntomas paroxísticos pueden venir desencadenados por:

  • Un movimiento
  • El tacto
  • Fatiga
  • Hiperventilación (respiración excesivamente rápida)
  • Cambios en la temperatura
  • Estrés 

Se calcula que aproximadamente tres de cada cien pacientes con esclerosis múltiple pueden padecer síntomas paroxísticos en algún momento de su vida. 

Aunque los síntomas paroxísticos suelen asociarse a las primeras fases de la esclerosis múltiple, es raro que sean el primer signo de la enfermedad. 

Es habitual que los síntomas paroxísticos vengan precedidos de un movimiento concreto, de un cambio de temperatura u otros detonantes que el paciente puede evitar cuando los identifica. Para ello es muy útil llevar un diario que facilitará el manejo de estos síntomas.

Técnicas de relajación recomendadas para hacer frente a los síntomas paroxísticos 

Algunos expertos recomiendan utilizar técnicas de relajación y estrategias que apoyen a los pacientes a la hora de enfrentarse a la incertidumbre de no saber cuándo se presentarán los síntomas. Una de esas técnicas recomendadas es el mindfulness. 

El tratamiento de los síntomas paroxísticos dependerá de su intensidad, impacto en la vida diaria y las condiciones del paciente. Hable con su médico si tiene alguna duda al respecto. 

Tratamiento de los síntomas paroxísticos

El tratamiento de los síntomas paroxísticos varía según la causa subyacente y el tipo de síntomas que se experimenten. Algunos enfoques generales de tratamiento pueden incluir:
 

Farmacoterapia

En muchos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas paroxísticos. Los tipos de medicamentos y su dosificación dependerán de la condición subyacente. Por ejemplo, en caso de síntomas neurológicos paroxísticos, como las convulsiones, se pueden utilizar antiepilépticos. Para síntomas cardíacos, se pueden recetar medicamentos antiarrítmicos.
 

Cambios en el Estilo de Vida

En algunos casos, ajustar el estilo de vida puede ayudar a controlar los síntomas paroxísticos. Esto puede incluir evitar ciertos desencadenantes, como alimentos o sustancias que puedan contribuir a los episodios. En el caso de síntomas cardíacos, reducir el consumo de cafeína y alcohol, así como manejar el estrés, puede ser beneficioso.
 

Terapia Física y Rehabilitación

Para síntomas neuromusculares o musculoesqueléticos paroxísticos, la terapia física y la rehabilitación pueden ayudar a mejorar la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio. Esto puede ser especialmente útil en casos de espasmos musculares o movimientos involuntarios.
 

Terapias Específicas

En algunos casos, se pueden utilizar terapias específicas según la causa. Por ejemplo, para síntomas respiratorios paroxísticos, como ataques de tos, los médicos pueden recetar medicamentos para la tos o recomendar terapia de inhalación.

Intervenciones Procedimentales

En ciertos casos, pueden ser necesarias intervenciones médicas o quirúrgicas. Por ejemplo, en algunas arritmias cardíacas paroxísticas, se puede considerar la ablación por radiofrecuencia para eliminar tejido cardíaco que causa las irregularidades del ritmo.

Terapias Complementarias

Algunas personas encuentran alivio a través de terapias complementarias como la acupuntura, la meditación o la fisioterapia. Siempre es importante hablar con un profesional de la salud antes de probar cualquier terapia complementaria.
 

Fuentes

  1. MS Trust. UK. Paroxysmal symptoms. Süleyman Anliaçik et al. A very rare paroxysmal symptom in multiple sclerosis: convergence spasm. The American Journal of Emergency Medicine. January 2016Volume 34, Issue 1, Pages 117.e5–117.e6