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Aunque existe una relación, fisiológica, entre la melatonina y algunos mecanismos de la esclerosis múltiple, esta teoría de que podría ser un tratamiento está pendiente de ser confirmada.

Se trata de un síntoma de esclerosis múltiple causado por debilidad en el tobillo o por una alteración de las rutas de transmisión de señales entre el cerebro y las piernas. Esa alteración hace difícil levantar la parte delantera del pie al andar. Como resultado, el pie queda colgado, en una posición que puede hacer que se arrastre, causando tropiezos o caídas.

Entre ellos, los relacionados con la dieta y la esclerosis múltiple han llamado poderosamente la atención del público, sobre todo los niveles de vitamina D y el consumo de sal por sus efectos en la microbiota (las bacterias beneficiosas del tracto intestinal y sus beneficios en el sistema inmunológico).

En este sentido, un registro italiano de 380 casos1 de personas con EM contagiadas por coronavirus, sugiere que las personas con esclerosis múltiple no parecen ser más susceptibles a la enfermedad creada por el nuevo coronavirus cuando se les compara con la población general.

Los tratamientos clásicos para la esclerosis múltiple son medicamentos inyectables. Aunque su uso está muy extendido, sigue siendo un motivo de preocupación que al tener que inyectarse, eso afecte al cumplimiento de la terapia y su eficacia, porque esta vía de administración puede resultar molesta para muchos pacientes.

Para describir la historia natural de la esclerosis múltiple hay que tener en cuenta que esta enfermedad tiene un desarrollo que puede ser muy diferente en su evolución y en sus efectos en los pacientes.