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COVID-19 y Esclerosis Múltiples: consideraciones para el paciente

La evidencia científica disponible en estos momentos con respecto a la posible interacción entre coronavirus y pacientes con esclerosis múltiple es escasa.

26 Feb 2021

La esclerosis múltiple tiene la consideración de enfermedad crónica a los efectos de tomar las medidas oportunas para extremar la minimización de riesgo, y esto es sobre todo en cuanto a la consideración de la preferencia por el teletrabajo (que así permite mantener la integración sociolaboral de estos pacientes) y asimismo las medidas de mantener la distancia social, minimizar la socialización física y usar la mascarilla de forma habitual cuando no se esté solo.

Los pacientes con esclerosis múltiple que están recibiendo tratamiento inmunomodulador tienen un riesgo añadido, ya que se supone que este tratamiento podría afectar al sistema inmunológico y aumentar la incidencia de algunas infecciones. Esto debe ser tenido en cuenta de forma individual con la consideración de que hay que tener en cuenta la edad y comorbilidades de cada paciente. Asimismo, el manejo de los inmunomoduladores puede ser distinto en cada caso, y según la actividad de la enfermedad desmielinizante, el riesgo de brotes o el tiempo que puede llevar con el tratamiento.

El COVID-19 es un betacoronavirus; este es un tipo de virus cuya familia es muy prevalente (supone 20-30% del resfriado común). Son virus RNA con presumible alta diversidad genética y para su entrada en la célula se une a la ECA tipo 2 (los fármacos antihipertensivos tipo IECA se unen a la ECA 1 que es diferente), que está presente en los alvéolos pulmonares, destrozando estas células y favoreciendo la liberación de citoquinas, que son productos biológicos que favorecen el daño de tejidos.

Tenemos que considerar que en la mayoría de los pacientes que están recibiendo tratamiento inmunomodulador, éste deberá mantenerse, puesto que el riesgo de discontinuación en la mayor parte de los casos supondría un riesgo añadido por la presumible aparición de brotes.

Con respecto a algunos fármacos inmunomoduladores de alta eficacia en función de cada caso particular se puede valorar la decisión de retrasar el inicio del tratamiento, dependiendo de la gravedad de la enfermedad desmielinizante y del riesgo que suponga de posibles brotes; asimismo depende de los potenciales efectos secundarios esperables de cada inmunomodulador en cuestión.

En los supuestos de brotes de actividad de la Esclerosis múltiple se aconseja individualizar la optimidad del empleo de los bolos de corticoides en función de la gravedad del brote y las comorbilidades del pacientes y ponderando los riesgos de su recepción en el hospital de día o preferiblemente a domicilio; considerando que si bien los corticoides tienen actividad inmunomodepresora también son empleados en algunas fases del tratamiento de la infección covid-19 de gravedad suponiendo una efectividad de su empleo en estos casos.

Con respecto a los pacientes que tengan que hacer pruebas complementarias y para ello acudir a un hospital se aconseja que se mantenga la realización de estas pruebas que mayoritariamente son radiológicas y analíticas. La realización de resonancias magnéticas en pacientes con Esclerosis Múltiple se debe mantener sobre todo cuando la realización de la misma sea importante para decidir un cambio de tratamiento o un diagnóstico diferencial de importancia pronóstica. Solamente en algunos casos de resonancias magnéticas de control en pacientes estables y seleccionados se podría valorar, estudiando cada caso, la idoneidad de retrasar la realización de dicha resonancia. En relación a la realización de análisis clínicos se aconseja mantener su periodicidad puesto que aportan una información importante con respecto al estado inmunológico del pacientes, ayudan a la identificación de potenciales efectos adversos importantes.

 

 

«El artículo refleja la opinión y práctica clínica del autor y no se trata de una opinión o recomendación de Merck, S.L.U. Asimismo, el presente artículo tiene carácter orientativo y divulgativo, de modo que no constituye un diagnóstico de una patología o enfermedad y no sustituye al diagnóstico o tratamiento realizado por un profesional sanitario».

Fuentes

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