Pielonefritis

¿Qué es la pieonefritis?

Pielonefritis es el término con el cual se designa la inflamación de los riñones por una infección bacteriana. De modo excepcional, se producen infecciones por hongos o virus. La bacteria suele afectar a los riñones desplazándose desde la vejiga. Las mujeres son más propensas que los varones a desarrollar infecciones de vejiga, o infecciones del tracto urinario, porque la distancia de la piel (donde normalmente viven las bacterias) a la vejiga es menor. Lo más habitual es que la infección no vaya más allá de la vejiga. Las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de desarrollar pielonefritis. Esta y las infecciones del tracto urinario incrementan el riesgo de parto prematuro. En varones, el riesgo es mayor cuando se ha producido hiperplasia benigna de próstata, una condición relativamente frecuente a partir de los 50 años.

Condiciones proclives a la pielonefritis

Tanto hombres como mujeres son más proclives a desarrollar pielonefritis si presentan alguna de las siguientes condiciones:

• Infección del tracto urinario sin tratar
• Diabetes
• Alteraciones en los tejidos nerviosos que afectan a la vejiga
• Cálculos renales (piedras en los riñones)
• Tumor en la vejiga
• Reflujo vesiculoureteral (alteraciones en el flujo normal de orina desde la vejiga a los riñones)
• Obstrucción del tracto urinario
• Las pruebas de diagnóstico que incluyen la inserción de un instrumento en la vejiga también incrementan el riesgo de contraer infecciones del tracto urinario y pielonefritis.

Síntomas de Pielonefritis

Los dos síntomas que se presentan en primer lugar son:

• Dolor en un lado de la parte posterior abdomen, justo por debajo de las costillas.
• Fiebre

Otros síntomas posibles:

• Escalofríos
• Náuseas
• Vómitos
• Oscurecimiento de la orina (puede ser con presencia de sangre y con un olor intenso)
• Aumento en la frecuencia de la micción (necesidad de orinar más frecuentemente)
• Al orinar pueden experimentarse molestias o dolor

Tratamiento de la pielonefritis

La pielonefritis se trata con antibióticos. En los casos más leves, el antibiótico puede administrarse en forma de comprimidos (por vía oral). El tratamiento durará entre 10 y 14 días. Una vez haya concluido el tratamiento, es posible que se repita la prueba de diagnóstico para comprobar que no hay restos de bacterias en el organismo del paciente. Es más probable que se traten con antibióticos intravenosos los casos que se presentan con:

• Fiebre muy alta
• Escalofríos
• Náuseas y vómitos