Vacunas y esclerosis múltiple tratada o no con fármacos.
En general, se plantea a menudo la conveniencia de vacunar a los pacientes con esclerosis múltiple o no, fundamentalmente si se van a realizar viajes. Pero en general, se recomienda cumplir con el calendario vacunal vigente en cada zona.
Recomendaciones generales, independientemente del tratamiento
- Prevenir infecciones a través del uso de vacunas es clave en el cuidado de pacientes con EM
- Los pacientes con EM deben recibir las vacunas según las recomendaciones de las guías de vacunación generales.
- Se debe consultar en primer lugar sobre el tipo de vacuna que se va a recibir
No obstante, a menudo nos enfrentamos a otros escenarios: el paciente que ya tiene un tratamiento con un fármaco modificador de la enfermedad (FME). Enumeremos las posibles situaciones:
- Si el FME NO afecta a la función ni al número de células B, que son las responsables tras su maduración a células plasmáticas de mantener un nivel de anticuerpos que nos protejas de las enfermedades bacterianas o víricas, no habrá ninguna interferencia y las vacunas estacionales, como la gripe, u otras como la de varicela, sarampión o, en un futuro ojalá temprano, la del COVID19, no habrá problemas para su administración. Hay ya ensayos que aportan nivel de evidencia A con algunos de estos fármacos, en los que no se afecta la producción de anticuerpos específicos frente al virus de la gripe.
- Si el FME afecta a la función o al número de linfocitos B, se nos plantean dos situaciones:
- El fármaco tiene un efecto biológico muy prolongado y produce una inmunosupresión continua. En este caso, se recomienda retrasar el inicio de la terapia hasta, según la vacuna concreta precisada, poder instaurarlo. O bien esperar a la recuperación de las células B, retrasando la siguiente dosis lo que sea necesario.
- El fármaco tiene un efecto biológico que se prolonga en el tiempo, pero con recuperación precoz del número y función de las células B, produciendo una inmunosupresión transitoria. Es el periodo ventana, en el que entre una y otra dosis podemos administrar la vacuna.
Si fuera preciso el uso de vacunas vivas o atenuadas, los periodos de seguridad deben prolongarse así como sea recomendado en cada situación.
«El artículo refleja la opinión y práctica clínica del autor y no se trata de una opinión o recomendación de Merck, S.L.U. Asimismo, el presente artículo tiene carácter orientativo y divulgativo, de modo que no constituye un diagnóstico de una patología o enfermedad y no sustituye al diagnóstico o tratamiento realizado por un profesional sanitario».