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Tengo Esclerosis Múltiple: ¿y ahora qué?

Aquí te damos algunos consejos sobre cómo hacer frente a un diagnóstico de Esclerosis Múltiple.

Vivir con esclerosis múltiple puede obligar a hacer ciertos cambios, pero con la atención médica y el apoyo adecuados muchas personas con EM tienen una vida larga, activa y saludable.

  • Autocuidado: Es una parte crucial de la vida diaria. Consiste en hacerse responsable de la propia salud y bienestar, con el apoyo de las personas que le proporcionan atención. Incluye cuidarse con hábitos que promocionen su salud física y mental, prevengan la enfermedad y los accidentes y contribuyan a hacer más llevaderas las dificultades menores y las condiciones a largo plazo. 
  • Revisiones periódicas: Aunque esté en contacto con su equipo médico con cierta frecuencia, lo ideal es someterse además a un reconocimiento exhaustivo como mínimo una vez al año. Las revisiones son además una buena oportunidad para hablar sobre el tratamiento, comunicar los problemas que pudiera tener y solicitar ayuda, así como para ponerse al día sobre los nuevos tratamientos disponibles.
  • Dieta y ejercicio:  No hay una dieta específica que mejore la progresión de la EM, pero llevar una dieta sana en general puede contribuir a hacer llevadera la fatiga o el estreñimiento, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otras. Hay estudios que demuestran los beneficios del ejercicio en pacientes con EM, ya que es una forma de reducir la fatiga y mejorar la fuerza, la movilidad y el tránsito intestinal.
  • Tabaquismo: El consumo de tabaco está asociado a muchos problemas de salud, y puede hacer empeorar a las personas con EM. 
  • Vacunas: Si tiene una discapacidad significativa relacionada con la EM, es probable que le recomienden vacunarse contra la gripe cada otoño. No obstante, algunos medicamentos impiden que las vacunas sean eficaces. Hable con su equipo médico sobre la conveniencia de vacunarse.