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Em al minuto

No te pierdas “EM al minuto”, una sección de podcasts, desde el punto de vista de neurólogos especialistas en la patología, con la que podrás aprender sobre la Esclerosis Múltiple.

La enfermedad de las 1000 caras

Episodio 1 - Dra. Lucienne Costa-Frossard

EM al minuto

La enfermedad de las 1000 caras

Hola, muy buenos días, querido amigo, querida amiga y bienvenido a nuestros diez minutos de tertulia de hoy. Cuando tienes un primer contacto con el neurólogo especialista en esclerosis múltiple, es muy habitual que se centre en preguntarte por cómo empezó tu enfermedad. Eso pasa porque esa enfermedad es tremendamente heterogénea o variable en sus manifestaciones, tanto entre dos personas distintas como durante los años de evolución en una misma persona incluso.

Cerca de un 85 por ciento de los pacientes empieza con una forma en brotes, también conocida como esclerosis múltiple recidivante remitente o remitente recurrente. En esas personas la enfermedad evolucionará con brotes más o menos frecuentes habitualmente entre 1 cada año, uno cada dos años.

Un porcentaje alto de pacientes habitualmente tras diez 15 años de evolución de la enfermedad pasa una forma secundariamente progresiva. Esto significa que hay un empeoramiento de los síntomas independiente de los brotes, vamos a dar ejemplo, sobre todo para que se entienda mejor. Supongamos que una joven de 24 años es estudiada y diagnosticada por un primer episodio de audición doble e inestabilidad que mejoraron completamente tras tratamiento con corticoides hace 20 años. A lo largo de ese tiempo tuvo varios otros brotes, algunos con disminución de la visión, otros con visión doble, otros con pérdida de sensibilidad en extremidades. Siempre se ha recuperado bien y apenas tenía una secuela como una mayor dificultad para la convergencia de los ojos cuando estaba muy cansada. Lleva cinco años sin brotes, pero en las últimas visitas se queja de que cada vez camina peor. Le cuesta subir escaleras, se tropieza con cualquier irregularidad en el suelo y ha tenido varias caídas. Además, tiene sensación de empeoramiento de la fuerza en ambas piernas, especialmente la derecha y algo más de inestabilidad. Estos síntomas han ido empeorando lentamente a lo largo del último año.

Este, por ejemplo, es un caso típico de una paciente que empieza con una forma recidivante remitente o en brotes y a los 20 años hace el paso a la forma secundariamente progresiva. Algunos pacientes, sin embargo, tienen un empeoramiento progresivo de los síntomas desde el principio. Suelen empezar en edades algo más tardías, más cercano a los 40 años y más frecuentemente con síntomas motores o cerebelosos. Vamos a dar otro ejemplo. Imaginemos que esta es una mujer de cuarenta y cuatro años que empieza a notar dificultad para caminar. Su marido dice que cuando empezó parecía que iba ‘borrachilla’, pero que desde hace un año y medio ha ido claramente a peor. Necesita un punto de apoyo para caminar, se cae con frecuencia y además habla con cierta dificultad para articular las palabras. Nunca ha presentado un episodio de mejoría, aunque ocasionalmente parece que el empeoramiento es más lento e incluso se estabiliza. Este es un caso clínico típico de un inicio progresivo, primario, con síntomas peligrosos. A esta forma se le llama esclerosis múltiple primariamente progresiva y acomete a cerca de 10 por ciento de los pacientes.

Éstas son, por lo tanto, las tres formas clásicas de esclerosis múltiple: Recidivante remitente, secundariamente progresiva o primariamente progresiva. Sin embargo, hay otras dos situaciones que son importantes de mencionar. Algunos pacientes tienen un único y primer brote sin llegar a cumplir los criterios de McDonald para el diagnóstico de esclerosis múltiple. En estos casos se dice que el paciente tiene un síndrome clínico aislado. También se puede llamar síndrome neurológico aislado. Suelen requerir una vigilancia estrecha por parte de neurólogo que trata de identificar el cambio a la esclerosis múltiple cuando éste se produce para iniciar entonces un tratamiento. En algunos casos, cuando el riesgo de conversión a esclerosis múltiple es muy alto, se suele empezar con el tratamiento y no esperamos que el paciente cumpla todos los criterios para el diagnóstico.

Por último, hay otros pacientes que ni siquiera han tenido síntomas neurológicos, ¡nunca han tenido un brote!. Son personas a las que se les hace una resonancia craneal por otro motivo, como puede ser, por ejemplo, porque tienen dolores de cabeza o porque se habla de un golpe. Entonces, en esa resonancia se ven imágenes compatibles, con lesiones desmielinizantes. Si son típicas, hablamos que el paciente tiene un síndrome radiológico aislado, más que el paciente, hablamos que el sujeto ni siquiera tiene una enfermedad, tiene un síndrome radiológico aislado. El tratamiento no está recomendado en ese tipo de personas, aunque es un tema bastante controvertido y se sigue estudiando mucho para llegar a consensos sobre él. Espero que ese episodio te has servido para acercarte un poquito más al mundo de la esclerosis múltiple. Muchísimas gracias por acompañarme una vez más.